Reflexionando de mis valores, refrescaba lo importante que es para mí conectar genuinamente con las personas. Es por ello que decidí ya introducir al equipo de trabajo y proponerles una actividad. La idea era simple: en una llamada online cada uno debía dibujar su línea de vida con el objetivo de romper el hielo y conocernos más.
En este ejercicio, cada uno empezaba comentando su vida desde pequeño, momentos felices y tristes; lo que nos ha sacudido. Quizás cada uno nos tomamos 25 minutos para hablar. Fue realmente especial para mí escucharlos porque me hizo comprender de donde viene esa “garra” que les veía. Recordar por qué queremos emprender, lo increíble que es el equipo y reflexionar sobre cómo los aprendizajes de nuestras dificultades son el motor que nos lleva hacia nuestras metas.
Y sin mucho detalle, algo así se veía mi gráfico.
Y acá un gatito gritando de emoción por lo “cool” que es el team.
Aprendizajes:
Lo más importante es conectar con el equipo, que tengamos confianza entre nosotros y nos motivemos.
Hay gente muy valiosa, en busqueda de propósito que se puede unir a la causa.
Si el equipo falla, debo evaluar que puedo hacer para ser más clara con las directrices.
Definir el por que mío y de las personas. “Qué pasa si no obtienes X?” “Si te equivocas en X, que pasa?”
Preguntas:
Será que un proveedor puede necesitar una herramienta de análisis de riesgo?
Una cooperativa puede necesitar trazabilidad?
Puedo crear un producto sostenible, apalancado de crédito del banco, sin tener el convenio con el banco?
Qué no estoy haciendo?
Ponerme timeframes y metas.
Startup mode:
Cambios más rápidos.
Que no este todo hiper perfecto.
Que entre antes vea las cosas el cliente, mejor.
Qué si hice?
Enviar propuesta clara.
Inscribirme en reforge, curso producto tech.